
Georgina, seis años han transcurrido desde que escribiste «La misma guerra es otra», uno de tus tantos poemas donde pusiste de manifiesto tu resiliencia. La defensa de un legado y una memoria cultural que eran tu propia identidad, también la nuestra; pero nada ha cambiado desde entonces hasta acá.
Viviste y moriste escribiendo para dejarnos ese legado, y hoy, a pocos días del primer aniversario de tu desaparición física, permanecemos sujetas fuertemente aquella bandera porque, parafraseando el exergo de tu poema: «seguimos sin entendernos».

Descansa en paz, amiga. Quienes te quisimos y admiramos no dejaremos que se cierre la brecha que abrieron las negras viejas de antes, que tú, junto a muchas y muchos, mantenemos abierta.
Daisy Rubiera, en un día triste.
Desde los Angeles, California, mi más sincero minuto de silencio para la grandísima poetisa que supo representar nuestra raza EPD «Nunca te olvidaré.
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