DOSSIER HOMENAJE A ROGELIO MARTÍNEZ FURÉ. «LA PALABRA SAGRADA DEL CONTINENTE AFRICANO» POR INÉS MARÍA MARTIATU TERRY.

 La palabra  sagrada  del continente africano

Por Inés María Martiatu.

Presentar  la  personalidad y la obra de Rogelio Martínez  Furé  es siempre un privilegio y un reto. Este  hombre  de cultura universal  ha desempeñado un papel fundamental en el rescate y accionar de la cultura cubana a partir  de los  años 60. Investigador erudito, ha hecho visible no sólo la presencia  de la cultura de la llamada  “gente sin historia” sino el acervo africano que también nos es propio. Fundador del Conjunto Folklórico Nacional y animador de instituciones importantes tiene el don de cantar, componer música y hacer poesía. Sabemos además de su generosa contribución como asesor y promotor  de muchos  proyectos y realizaciones surgidos en el campo artístico-literario de nuestro país.

Palabras leídas por Inés María Martiatu durante la presentación de Poesía Anónima Africana el 12 de diciembre de 2009 en el Palacio del Segundo Cabo.

Más allá  del esfuerzo extraordinario que  supuso el rastrear en libros y publicaciones  periódicas mucha de la poesía que aquí aparece, el entregarnos en 1968 la primera  edición de Poesía Anónima Africana fue uno de los  eventos relevantes  que  se produjeron  en  aquellos  años  60 y 70 del pasado siglo XX. Importantes  acontecimientos políticos y culturales se  reflejaron en el campo de la poesía.  A partir  de los  años  20 y 30 y particularmente en los  60 del siglo XX, voces y  temas de una gran poesía negra se extendieron casi simultáneamente  a través de lo que hoy llamamos el Atlántico Negro. Emergieron  los temas  de la horrible trata y la explotación del esclavo. Aparecieron algunos de los hitos más sobresalientes y reconocidos de la gran poesía universal del siglo.

Ya Rogelio Martínez Furé  había dado  a conocer su Antología de Poesía Yoruba para Ediciones El Puente , en que nos mostró  que la Santería es más que una religión y que viene  de una cultura clásica. Las raíces de esa poesía  que  animó los movimientos Afronegrista, de la Negritud y del Renacimiento de Harlem se pueden encontrar en esta  fuente primigenia, la poesía  del continente  africano.

África había sido denigrada y negada. La horrible historia de la trata y posterior   explotación esclavista en América  debió  ser justificada con una perversa leyenda  de salvajismo e incultura. Su rica  geografía reducida a una selva sin rasgos de una civilización forjada por el trabajo y el ingenio de sus mujeres y hombres Se les  consideraba  incapaces de la  creación intelectual y artístico-literaria. Todo por “hacer”, por “descubrir”, por “civilizar”, por “colonizar”. Ya en  América  como escribió el sabio Don Fernando Ortiz: “Uno dominó al otro […] La religión del dominado se tuvo por ridícula y diabólica; su lenguaje era ‘un ruido, no una voz’; su arte, risible; su moral, abominable; su familia desvinculada; su costumbre sin derecho; su ideación, absurda; su trabajo, brutal; su economía, ineficaz… ¡Todo fue negación y maldad! Se quiso al negro como ser deshumanizado” (Ortiz, 1936,  p.439).

 La poesía es considerada por  todos como expresión máxima de la  espiritualidad  de los pueblos, de las civilizaciones  a través  de la historia. Y he  aquí que en ese continente tan denigrado florece la poesía desde la  antigüedad y acompaña todos los  avatares de la vida de  estas mujeres y hombres. De la vida, del amor,  de la  muerte,  de las fuerzas ocultas,  de la guerra, de la  sabiduría  de los  antepasados, de los niños, de la  filosofía y la manera  de pensar  el mundo, tratan estos poemas. En todos  se  aprecia  la voluntad de mostrar, de recrear por medio de la palabra  un universo que  se nos  va  descubriendo  rico y diverso.

Cuenta una leyenda  bantú que  la  procreación se realiza  con la unión del semen y la palabra, Muzima. No nos  extrañe  que la palabra, sagrada en las culturas africanas, sea ingrediente imprescindible para la  creación y la  vida. Por ello  en todos  estos pueblos  la poesía  funda y crea.

 Rogelio Martínez  Furé ha  realizado un viaje de regreso a las  raíces. Rescata y nos  devuelve la palabra  sagrada  del  continente. Lo más  relevante  de  este  viaje  de ida y vuelta es que no termina  aquí, sino que  continúa con  los  diwanes  en lenguas  europeas  y de autores  africanos reconocidos.

Hoy la Editorial Arte y Literatura pone, una vez  más, en manos  del lector de lengua  española y  particularmente  del   cubano contemporáneo estas  joyas  del saber y  la  sensibilidad  creadoras de los pueblos  del   continente  africano. Con esta  cuarta  edición, contribuye   grandemente  en este momento a la  lucha por la  erradicación de los actitudes prejuiciosas,  racistas  y  discriminatorias  en que  están empeñadas nuestras instituciones culturales. Respaldando con la  valoración de  su acervo  a un pueblo con una  importante  población afrodescendiente y cuya  cultura  está permeada por la  herencia africana, estamos  contribuyendo a ello. Esta  cultura viva también se ha nutrido de  esta poesía  que nos llega hoy y que  será un arma de desalienación en manos de los jóvenes y de todos los que  se  acerquen a ella, Que sirva para  conocernos  mejor y para que nos  queramos  más   porque según  decía Fernando Ortiz, y vuelvo a citarlo: “Todo pueblo que se niega a sí mismo está en trance de suicidio. Lo dice un proverbio afrocubano: Chivo  que rompe tambó con su pellejo paga”.

Esta  cuarta  edición de Poesía Anónima Africana, como las anteriores en su momento,  debe  enfrentar los  nuevos retos que le propone  este comienzo del siglo XXI. Han emergido nuevos  actores  sociales en nuestra  realidad y  nuevas prácticas con relación a los modos de asumir la cultura. Los posicionamientos  desde los que la  nueva generación la  piensa  han cambiado. Un público  cada vez más amplio y diverso  se asoma  a la  buena literatura y la hace suya. Ojalá  estos  dos  tomos  de Poesía Anónima Africana sirvan para  significativas  relecturas a partir de  las nuevas  miradas de sus actuales lectores. 

                                                                            Inés María Martiatu Terry

                                                                               Diciembre  del 2009.

Bibliografía

Furé, Rogelio (prefacio y bibliografía): Poesía Yorubá, Ediciones El Puente 1963.

Ortiz, Fernando: «Más cerca de la poesía mulata, escorzos para un estudio«. Revista Bimestre Cubana, no.3, mayo-junio de 1936, p.439.

Publicado por afromodernidad

Intelectual afrocubano, activista contra la homofobia y la discriminación racial. En el 2007 obtuvo el premio Casa de las Américas en ensayo artístico literario por su libro Los juegos de la Escritura o la (re) escritura de la Historia. Ha publicado otros libros como: El gran mundo (cuentos), Virgilio Piñera. Un hombre una Isla (Premio UNEAC de ensayo, 2000) La cuentística de El Puente o los silencios del canon narrativo cubano (Aduana Vieja, 2016) y Por una Cuba negra. Literatura, raza y modernidad en el XIX (Editorial Hypermedia, 2017).

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

A %d blogueros les gusta esto: