Reflexionar acerca de la indiferencia y el distanciamiento de los hombres negros, su no acercamiento a espacios de afectos, su escasa interrelación comunitaria con activistas antirracistas en comunidades negras y sexodisidentes, fueron las motivaciones que impulsaron a Orgía de Aramburu, un grupo de mujeres negras de diversas identidades sexuales, a organizar un encuentro para dialogar de manera sincera y afectuosa con algunos hermanos negros sobre sus masculinidades.
Orgía de Aramburu fue creada, por consenso, desde los afectos afrofeministas. El nombre de la grupa, calificativo tan provocativo, como la cita que se propusieron preparar, supone una tertulia colmada de afectos, entusiasmo e interés, con sede en un sitio de la calle Aramburu en La Habana, donde, en un ejercicio de construcción de saberes colectivos prepararon el necesario, complejo y comprometido encuentro.
Es este un diálogo necesario en un momento como el actual, en el que esta reflexión, de no hacerse, sería imperdonable por la necesaria revisión de las nuevas falacias sociales, la misoginia, la discriminación y la violencia que, renovadas en nuestro entorno patriarcal, continúan.

Conscientes de que el tema de las masculinidades negras es amplio, con muchas aristas, enfoques, posicionamientos político-ideológicos, etcétera, se partió de las interrogantes: ¿Y los hombres qué? ¿A quién beneficia esas distancias? El diálogo fue pensado desde otra mirada, como un reclamo necesario, con la intención de cerrar las inútiles brechas que mantiene esa escasa interacción comunitaria de los hombres negros con los activistas antirracistas en comunidades negras y sexo disidentes en la sociedad cubana.
Existen fisuras nacidas de diferentes factores del patriciado, que limitan la realización de las masculinidades negras, silencian su verdadera identidad afectiva, sus tristezas, alegrías; y que, por el contrario, les hacen mostrar un lenguaje sexista, misógino que desvaloriza a las mujeres negras y les niega sus capacidades. Actuaciones inaceptables que, además de ser una necedad, les condena a la impugnación.
Los textos preparados para ese encuentro se organizaron alrededor de temas que contribuyen a nuevas e importantes interrogantes a la historia de esas masculinidades no abordadas como tal hasta el momento, ya sea por su naturaleza controversial o por ser parte los propósitos patriarcales.
De ahí que, desde sus propias experiencias de vidas, ricas en ideas, afectos y preguntas, algunas con respuestas y otras no, los trabajos de las integrantes de Orgía, desde una creación colectiva, dieron como resultado una producción de conocimientos y practicas política que invita a los hombres negros a transformar su indiferencia y distancia, enriqueciendo, a su vez, los feminismos en nuestra sociedad.

Verse y ser reconocidas como cuerpas de identidades diversas por la justicia interseccional y desde su posicionamiento afrofeminista, Paula Haydée Guillarón Carrillo parte de la descolonización de la estructura del pensamiento academicista y la coherencia entre su accionar y discurso: asumirse como plurales, con diversas experiencias de vidas, conformadas, entre otras cuestiones, por diversos ejes de opresión que las atraviesan.
A partir de las siguientes preguntas: ¿dónde están los hombres antirracistas?, ¿cómo han desplegado sus procedimientos o metáforas para aniquilar todo propósito de machismo y sumarse a los espacios de afectos?, ¿a quién benefician las distancias?, ¿cuándo se centrarán en el pacto?
Diarenis Calderón Tartabull hace un profundo análisis de temas tan delicados como la ausencia de críticas hacia el sexismo y la dominación masculina, la revisión de sus privilegios de género y sus heridas raciales; la adaptación con sinceridad a las cuerpas negra masculinas en camino a la autoestima, al llanto, a la paternidad, a la participación y creación de y dentro del hogar; la percepción y no rechazo a las problemáticas de las mujeres negras;, vencer la misoginia y el machismo como apertura a temas, a veces, chocantes, dolorosos y contradictorios.

Katiuska Govin Zambrana centró su exposición en dar a conocer el fundamento de la Librería Ireti, especializada en literatura afrocentrada de Cuba, África y su diáspora, como vía de transformación y empoderamiento de la comunidad afrodescendiente desde la literatura, así como estimular las lecturas afrocentradas en las nuevas generaciones. Además, de su propuesta a los hombres negros de la necesidad de apoyar y acompañar a las mujeres negras en estas y otras acciones relacionadas con publicaciones y otro tipo de actividades.
Por su parte, Afibola Sifunola Umoja, desde su experiencia personal, impregnada del legado de las ancestras negras, a través de su poética social consciente, invitó a los hombres negros a intentar salir de su posición de inmovilidad ante la necesaria transformación, y concluyó su exposición dedicando a todas lxs presentes su poema “La Historia”, que en sus últimos versos dice:
Me miras, me miras, no entiendes como me impongo,
y no me conformo con mi posición discreta,
es que me cansé de estar colgada a tu espalda.
Es que nos cansamos de estar colgadas a tus espaldas.

Muy amplio fue el debate, en que el que muchxs de los presentes respondieron a nuestras interpelaciones reconociendo lo trascendental de nuestra reflexión tan crítica, autocentrada y, a la vez, mostrarse de acuerdo con lo machista del movimiento antirracista cubano y su falta de solidaridad con las mujeres y las personas sexodisidentes. También reconocieron que, de no concientizar los saberes allí compartidos, no será posible lograr el verdadero cambio a que se les invita, y como consecuencia, nuestras luchas seguirán sin avanzar.
Daisy Rubiera Castillo
Junio 2024
https://fb.watch/sWUKkDSWWx Diálgo desde los afectos. Afrofreminsta hacia las masculinades negras